sábado, 15 de diciembre de 2007

PASTORAL JUVENIL

2 comentarios:

César Cortez Román dijo...

Es muy poco humano (ni siquiera ateo), tratar a las personas, de la manera como ciertos PRESBITEROS de la diocesis de tarma (con minúscula), tratan a los visitantes. La secretaria que amablemente responde al teléfono, hunde los ojos en el suelo, cuando determinados presbíteros dicen NO a la petición anticipada (MESES)de investigar en los archivos. Si César Palomino lo hizo hace 40 años para su Tríptico Tarmeño, porqué NO los que cruzan el Atlántico (previa llamada telefónica y conversación con la secretaria).
El Vaticano ha abierto las puertas de sus Archivos hace 6 años, después de innumerables peticiones de todo el mundo durante siglos. ¿Qué tiene que ocultar el arzobispado de Tarma?.
He escrito cartas a Mons. Alarcón y tratado innumerables veces de hablar con él, junto con obispos españoles. Nunca se ha dignado contestar a las cartas o llamadas. ¿Es eso ejemplo de algo?.
Por favor, no engañeis a la gente. Decir simplemente: ¡¡¡¡ NO JODAIS E IROS A LA MIERDA !!!!

César Cortez Román dijo...

Para llegar a Tarma hay que llegar primero a Lima. Luego ir a un casi clandestino lugar llamado Yerbateros o algo así y pagar un coche sin licencia de transporte de pasajeros para llegar a Tarma, 5 horas después. Los pobres choferes, tienen que pagar dinero de soborno a policías e inspectores de un ministerio de transportes que no dan licencias legales sino por cantidades prohibitivas para los pobres (de no tener dinero) choferes. Al llegar a Tarma, hay que esperar al día siguiente. El peregrinaje al Señor de Muruhuay excelente;paganamente amenizado por una Pachamanca en el camino.
Al día siguiente el desencanto y el regreso ilegal a Lima en esos coches ilegales. No creee Ud., que uno expone hasta la vida por ir en esas condiciones a Tarma. y ¿Para qué?